Personajes Alfonso Diez |
El debate
acerca de si hay o no recesión en Estados Unidos ya quedó rebasado por los
hechos. En realidad, si lo que sucede actualmente en ese país no es definido
todavía como tal no tarda en serlo, pero se queda en la antesala, la
contracción económica.
Para que
se determine que la economía de un país está en recesión sólo hace falta que la
contracción económica se mantenga durante dos trimestres, de no durar tal
tiempo se define como desaceleración.
Así que
todo es cuestión de definiciones, pero lo cierto es que la economía de nuestro
vecino del norte ha crecido mucho menos de lo que se esperaba.
Durante
los últimos cinco años el dólar se ha depreciado casi el 50% frente al euro,
debido en gran parte, entre otros factores, a la política del gobierno de Bush
de imprimir billetes sin medida para solucionar los problemas.
Es
evidente que tanto ese gobierno como su pueblo gastan más de lo que tienen y en
consecuencia las deudas se van para arriba. Un botón de muestra es el gasto de
la guerra en Irak: doscientos mil millones de dólares.
El
desempleo allá ha aumentado como hace muchos años no sucedía, hasta el 5%, al
grado de que el Departamento del Trabajo anunció que aunque se esperaba la
creación de setenta mil nuevos empleos en diciembre pasado solamente se crearon diez y ocho mil.
Otros
indicadores de la economía también han sido negativos, no sólo el empleo y los
ingresos personales, también la producción industrial y las ventas en los
sectores manufacturero y minorista; el consumo también ha caído.
Muchos
abandonan sus propiedades cuando se dan cuenta que ya deben por ellas más de lo
que realmente cuestan y por lo tanto ha aumentado la oferta de bienes raíces y
disminuido la demanda, en consecuencia se ha desplomado el crédito
inmobiliario.; lo mismo ha sucedido en el sector automotriz.
Tres
bancos chinos invirtieron una gran cantidad de dinero en los bonos referidos al
crédito en hipotecas en Estados Unidos y tras la insolvencia del pueblo
norteamericano de los últimos días que lo ha llevado a no pagar tales hipotecas
se han declarado en quiebra.
En otras
palabras, la recesión al norte del Río Bravo va a arruinar a muchas empresas y
a desacelerar, por decir lo menos, la economía de gran cantidad de países en
todo el mundo.
México,
por mucho que no queramos, entra en el paquete de tales países, basta recordar
que el 85% de las exportaciones nacionales van a Estados Unidos; y las reservas
monetarias de nuestra nación, las más altas que haya tenido, del orden de
ochenta mil millones de dólares, están constituidas en una gran proporción por
dólares (divisas reserva).
Y desde
luego, no se trata simplemente de que China o México saquen sus dólares de la
reserva y los cambien por euros, por ejemplo, para prevenir la caída drástica
frente a otras monedas; el problema es que casi todo el mundo mantiene sus
divisas en dólares y un cambio abrupto significaría la ruina del sistema
financiero.
Claro que
es necesario pensar para el futuro en cambiar de tipo de divisas (a oro, euros
y plata tal vez), con una menor cantidad de dólares, para evitar que nuestros
vecinos nos vuelvan a arrastrar en la caída frente a las otras monedas, pero no
ahora y abruptamente, para no echarle más leña al fuego, más adelante hay que
hacerlo de tal manera que no dejemos los huevos en una sola canasta que luego
resulta no tener fondo.
En el
pasado, cuando ha sido previsible la depreciación del peso frente al dólar, los
inversionistas se han apresurado a cambiar sus pesos por dólares, pero la
situación no es la misma esta vez, quizás ahora veremos carretadas de dólares
convirtiéndose a euros.
Estados
Unidos ha estado en recesión once veces desde la Segunda Guerra Mundial, la
última vez fue de 2001 a 2003; su moneda, en consecuencia, vale cada día menos
frente a las de otros países del Primer Mundo. Los que pagan los platos rotos
son los del Tercer Mundo, México entre ellos, por tener sus divisas reserva en
dólares.
Por lo que
a las exportaciones se refiere, nuestros clientes naturales por cercanía
geográfica son los Estados Unidos, Canadá y Centro y Sudamérica, en ese orden;
por eso al primero van a dar el 85% de las mismas. Aunque se ha intentado
buscar otros mercados, no se ha logrado en mayor medida. La solución no es
factible a corto plazo.
Este tipo
de problemas han originado muchas guerras en el pasado, buscando un nuevo
reparto del mundo y en gran parte esa búsqueda es la causante de la recesión en
Estados Unidos, por su afán de quedarse con el petróleo de Irak, aunque eso le
haya costado ya doscientos mil millones de dólares y una crisis económica que
ya tiende a ser mundial.
La Deuda
Externa de México, afortunadamente, ha ido a la baja de manera drástica con los
gobiernos panistas de Fox y Calderón y las reservas monetarias siguen
aumentando, afortunadamente también para resistir con mayor eficacia la
recesión que ya comenzó en la nación más poderosa del planeta.
De haber
seguido con gobiernos priistas, de no haberse dado el cambio en el año 2000, la
situación se podría vaticinar de pésimas expectativas, y para demostrarlo
podemos comparar tanto las reservas monetarias como la deuda externa a partir
del último año de gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (GDO), en 1970.
Tomaremos
entonces las cifras de Deuda Externa (DE) y Reservas Monetarias (RM) en el
último año de GDO; el último de Luis Echeverría Alvarez (LEA), 1976; el último
de José López Portillo (JLP), 1982; de Miguel de la Madrid Hurtado (MMH), 1988;
de Carlos Salinas de Gortari (CSG), 1994; de Ernesto Zedillo Ponce de León
(EZP), 2000, último priista; de Vicente Fox Quesada (VFQ), 2006; y finalmente
de Felipe Calderón Hinojosa (FCH), al último día de 2007 con solamente un año de gobierno. Todo en millones de
dólares.
GDO DE: $4,262.80 RM: $820.00
LEA DE: $19,600.20 RM: $1,411.00
JLP DE: $58,874.20 RM: $1,832.00
MMH DE: $81,003.20 RM: $6,379.40
CSG DE: $85,435.80 RM: $6,148.00
EZP DE: $84,600.20 RM: $35,585.00
VFQ DE: $42,974.60 RM: $67,680.00
FCH DE $40,000.00 RM $80,000.00
Echeverría
multiplicó casi por cinco la deuda externa respecto a Díaz Ordaz y López
Portillo la multiplicó por 14 respecto al mismo Díaz Ordaz; mientras que LEA
solicitó préstamos al exterior por $15,400.00 millones de dólares, JLP lo hizo
por casi $39,000.00. Entre los dos “amigos desde la infancia” hipotecaron a la
nación por $54,611.40 millones de dólares, como ningún otro presidente de
México lo hizo antes ni después.
Las
reservas monetarias aumentaron a más del triple con MMH respecto a JLP, luego
bajaron con CSG y volvieron a subir drásticamente con EZP multiplicándose casi
por 6.
Pero el
sexenio de Fox llama la atención porque redujo la deuda a la mitad de la que
tenía al recibir el mandato y casi duplicó las reservas para encontrarnos, por
primera vez en la historia, con mucho más reservas monetarias que deuda
externa.
En la
actualidad con Felipe Calderón, la deuda externa se ha reducido al menor
porcentaje respecto al PIB, 4.4%, mientras que Fox la dejó en el 9%. Las
reservas monetarias son ahora de casi 80 mil millones de dólares, con ellas
podríamos pagar la deuda externa y nos quedaría todavía una cantidad igual a la
pagada.
Tenemos
ahora precisamente la situación contraria a la del final del gobierno de
Zedillo, nuestras reservas son el doble de nuestra deuda; en otras palabras, la
economía nacional estaba de cabeza y ya la tenemos de pie.
Bastan
estas cifras para darnos cuenta de lo que significaron 70 años de gobiernos
priistas en el desarrollo de la nación, cuando con sólo 7 años de gobiernos
panistas México comienza a levantar la cabeza dando la vuelta a las finanzas.
No
acusamos ni exculpamos a nadie, el periodista debe ser apartidista, simplemente
mostramos las cifras que, esas sí, no pueden mentir.
En estas condiciones
nuestra economía hará frente a la recesión de EU multimencionada. Bajarán las
exportaciones a EU y las remesas de nuestros paisanos a México también; estas
últimas nos hacían vislumbrar lo que ahora sucede desde el año pasado: en 2005
las remesas aumentaron 20% respecto al año anterior, en 2006 el 18% y el año
pasado solamente el 1%, por lo que ya se veía venir la recesión.
La
solución es llevar a cabo las reformas estructurales necesarias para que el
país avance, sobre todo la energética y la de telecomunicaciones.
El revanchismo y el protagonismo deben ser sustituidos por la meta común de sacar adelante a la nación. |